Haití, ¿misión humanitaria u ocupación?

El pasado 12 de enero la tierra sacudió Haití, el país más pobre de América, en una catástrofe sin presentes en la zona.

Las muestras de solidaridad no se hicieron esperar y muchos fueron los países que movilizaron personal sanitario y materiales para intentar paliar las consecuencias del desastre.

Por su situación geográfica en el Caribe, cerca de los puntos donde se están produciendo los mayores movimientos populares del planeta en los últimos tiempos, Haití ha sido y es una zona codiciada para el control estratégico de América del Sur.

Cuando días después del desastre Hugo Chávez acusó a Estados Unidos de aprovechar la situación para ocupar el país, se le tomó como se suele hacer en los medios de comunicación occidentales, como un paranoico, pero al día siguiente fue Francia, un país europeo y gobernado por la derecha, la que advertía a los americanos de que lo que debían hacer en Haití era una misión humanitaria no una ocupación.

En la actualidad Estados Unidos tiene desplazados en el país caribeño, un total de 15000 soldados que controlan lo que queda de infraestructura de comunicación, transporte y energía. Ya son varios los países y las organizaciones no gubernamentales que han acusado a los americanos de la mala organización y el descontrol en el reparto de ayuda humanitaria y de favorecer el material que llega de su país antes que el llegado del resto.

La llegada de Obama, la esperanza negra a la Casa Blanca, supuso un atisbo de esperanza en el mundo entero. Un año después son muy pocos los que aún alberguen esperanzas de que algo pueda cambiar en el mundo con él. Con Obama, Estados Unidos ha aumentado el gasto en armamento y en seguridad, y ha puesto a Yemen en el punto de mira y se habla de un posible ataque militar, porque siempre es más fácil masacrar a uno de los países más pobres del mundo, que a otro como Irán que también ha estado en el ojo del huracán varias veces. Estados Unidos continúa sin abandonar Irak y se ha aumentado el número de ocupantes militares en Afganistán un país sumido, al igual que Irak, en el descontrol desde que el ejército Yanqui los invadió.

Para colmo de males, Obama pasará a la historia, por su discurso militarista y su apología de la guerra, el día que recogió el Premio Nobel de la Paz.

Con estos precedentes y recordando que ya Estados Unidos invadió Haití en 1994, que en 2004 la CIA estuvo entrenando a escuadrones de la muerte, compuestos por los antiguos tonton-macaute que provocaron un golpe de estado y el secuestro y deportación del presidente Jean Bertrand Aristide, viviendo bajo una ocupación militar desde entonces, cualquiera puede pensar que lo se que quiere hacer en Haití es manejar un país que le sirva junto a Colombia para controlar cualquier movimiento que afecte a sus intereses en toda Sudamérica.

Cuando canta el gallo

El pasado sábado, podíamos leer en el periódico El Día una noticia que me sorprendía mucho. Parece ser, que una quincena de vecinos de la Urbanización Rubens Marichal en Barranco Hondo se quejaban de que no podía dormir por el ruido producido por los perros y los gallos que existen en un gallinero de un vecino cercano a la urbanización.

Comentando la noticia, averiguo de varios nuevos vecinos en Arafo o dentro del pueblo que también han denunciado a sus colindantes por las molestias ocacionadas por los gallos. Al parecer el canto de los gallos molesta tanto que esta gente no puede dormir y terminan hasta con problemas psicológicos.

Yo que ha vivido en un pueblo toda la vida, que me he criado entre animales de todo tipo, vivo cada vez más asombrado de la gente que se traslada de las ciudades a vivir a los pueblos en busca de tranquilidad, pero no miden las consecuencias de vivir en ese lugar.

En los pueblos tradicionalmente, todo el mundo tenía su gallinita, sus conejos o su cabra para el consumo de la familia. Era rara la persona que no contaba con alguno de estos animales en su casa. Con el desarrollo urbanístico y la planificación de las ciudades, cada vez es más difícil volver a esta vida tradicional, ya que el destino de las granjas y de este tipo de animales es el rústico. Pero, ¿qué pasa con el vecino que ha vivido toda su vida en el pueblo y que tiene su gallina o su cabra?, legalmente quizás tenga el deber de quitarlas, pero moralmente, ¿puede alguien que llega de una ciudad donde el silencio brilla por su ausencia exigir que las quite? Personalmente, creo que lo más lógico cuando uno llega a un lugar nuevo, es adaptarse a la gente y a las costumbres de este lugar, pero parece que ahora eso cada vez es más difícil.

Parece que en el futuro, cada vez será más difícil que nuestros hijos se crien con un perro, un gato o cualquier otro animal, en la sociedad moderna, las ciudades y los barrios periféricos cada vez están más pensados para ser solamente barrios residenciales o barrios dormitorios donde habitar lo menos posible, cada vez se conoce menos al vecino de al lado, cada vez somos menos humanos y menos sociables, pero hacia esa sociedad desraizada del lugar y menos preocupada por los problemas sociales actuales parece que nos dirigimos sin remedio.

En una sociedad que empieza a vivir de las denuncias cada vez más frecuentes porque el niño se cayó en el colegio, porque el gallo de al lado canta a cualquier hora o porque la vecina saca a pasear el perro de madrugada, pronto veremos como nos denunciar por estornudar en horario nocturno.

El colonialismo mental

El colonialismo mental es un término que refiere a una noción cultural de inferioridad considerada a veces entre poblaciones subyugadas y colonizadas previamente por entidades extranjeras.

En el partido Tenerife-Barcelona del pasado domingo, se pudo ver claramente esta situación. A la llegada del Barça miles de aficionados acudieron a recibirles al aeropuerto, en su mayoría con una actitud pueblerina y de inferioridad, los aficionados al fútbol apoyan antes a un equipo de fuera antes que al de su tierra. Pero el mayor bochorno se vio durante el partido con gente que ovacionaba al contrario o que aplaudía sus goles. Hubo un momento en el partido que me dio vergüenza de estar allí.

Pero lo más triste viene con la mofa de hecho en los periódicos del estado español, donde se señala que el Barcelona no extrañó el Camp Nou o se sintió como en casa. Lo que se pudo ver este domingo en el Heliodoro no se ve en ningún otro campo de primera división, una afición entregada al contrario por encima de su equipo.

Esto al fin y al cabo se podría pensar que es sólo fútbol, pero la realidad es otra, la realidad es que este es el verdadero reflejo de la sociedad canaria, un reflejo de una sociedad acomplejada, y mangoneada por una serie de gobernantes que se dicen nacionalistas canarios y que no hacen más que fomentar el pleito insular y la dependencia tanto económica como cultural de la metrópoli española.

A día de hoy, nos sentimos inferiores a cualquiera y los canarios que se van de su tierra para triunfar son tratados como héroes nacionales. Es lamentable que esto ocurra, porque en Canarias existe potencial en todas las facetas pero o no se sabe explotar o simplemente no se quiere explotar. En su día se abandonó la agricultura y la ganadería para sobrevivir a base de subvenciones, a la hora de elegir, a igualdad de condiciones preferimos lo de fuera porque tenemos esa mentalidad de pensar que cualquier cosa de fuera siempre será mejor, al no valorar en su justa medida lo que tenemos aquí.

Nuestros gobernantes durante años han trabajado con gran éxito la mentalidad de nuestro pueblo, hasta convertirlo en un pueblo dormido y conformista. Vivimos una etapa en la que la corrupción política es el pan de cada día, donde la juventud se manifiesta contra la prohibición del botellón, pero ve como cada día es más difícil entrar en el mercado laboral con total pasividad. En una etapa en la que gente va a un juzgado para agredir a los periodistas por destapar fraudes de un alcalde corrupto.

A veces, uno piensa si vale la pena luchar por intentar cambiar esta sociedad, porque ayer se aplaudió un gol de Messi. Quizás mañana aplaudamos que nos pongan un puerto militar en el sur de la isla.

Carta a los Reyes Magos de un político Canario

Queridos Reyes Magos, este año me he portado bien, a las pruebas me remito, no he recibido ninguna imputación más de las que ya tenía en 2008, por eso me dirijo a vuestras majestades para pedirles algo que ustedes como buenos magos que son (y no me refiero a los que trabajan en nuestros campos), seguro me podrán ayudar.

En primer lugar quería agradecerles que hayan mandado pa Europa al “godo” Juanfer, que nos tenía la vida amargada con tanto mandarnos al fiscal anticorrupción con fines partidistas, cuando sabes que nosotros nunca hemos hecho nada ilegal.

Ya puestos a pedir, quiero que todo siga como hasta ahora, que los juicios se sigan retrasando y que al final si es posible prescriban y no tengamos que estar con el jaleo de presentarnos a los juzgados haciéndonos perder un valioso tiempo que podemos emplear en el servicio a nuestros ciudadanos. Como ustedes saben, nosotros siempre hemos hecho el bien, y ayudarle a un amigo para que salga adelante con una pequeña recalificación, no es ningún pecado, es más, si no me equivoco viene hasta en la Biblia.

En el año 2010 que ahora empezamos me pido que por fin los del “no a todo” desaparezcan de una vez, saben que ellos sólo lo hacen porque están subvencionados por el oro amarillo y no quieren que nuestra isla progrese para así siempre estar por detrás de Canaria. Menos mal que nuestra gente, que es muy culta, se informa a través de El Día y nuestro gran patriota don Pepito les cuenta todas las verdades de esta gente. Algún día tendremos que hacerle el homenaje que merece antes de que Dios lo lleve junto a los elegidos.

Queridas Majestades, si no es mucho pedir, para el próximo año pido que se modifique la Constitución. Con ésta que ahora tenemos no se puede hacer nada por nuestro pueblo. El gobierno está para hacer leyes y si no podemos por su culpa aprobar las que son tan necesarias para el desarrollo de Canarias como la Ley de Medidas Urgentes o la Descatalogación de las Especies, hay que modificarla. Como bien saben, estas dos leyes son necesarias y los que se oponen a ellas son los mismos de siempre, pues ¿qué importan unas tortugas que encima son bobas o un pájaro que no es ni de aquí, que es moro para más inri, o unas algas que son venenosas y encima raspan cuando te estás bañando? Lo importante es el progreso y si hace falta un puerto para que Tenerife salga adelante y nuestro amigo Plasencia pueda seguir pagando a sus trabajadores, se hace, que los favores hay que pagarlos, de bien nacidos es ser agradecidos.

También quería aprovechar esta carta para pedirles un tren. Ya tenemos un tranvía, y ahora sólo nos falta el tren. Esto sabes que no vale tanto, con algo más de 1.800 millones de euros lo podemos arreglar. Sé que alguna gente me dice que haga primero un hospital en el Norte y otro en el Sur, pero es que parece que todavía no aprenden que la sanidad es un desastre y que lo mejor es tener un seguro privado, que no existen ni largas listas de espera ni te tienes que desplazar muchos kilómetros porque ya los hay tanto en el Norte como en el Sur. Es que se quejan de vicio.

El año que viene quiero solicitarles que empiece a funcionar la Guanchancha, que con la oleada de hermanos de nuestro querido Baltasar en estas islas hemos perdido la seguridad, cualquier día mi hija aparece con uno de ésos y a ver qué hago yo. Si es necesario, para esto yo colaboraré reduciendo los gastos en educación, al fin y al cabo nuestros hijos no van a esos colegios donde los profesores son unos vagos que no hacen sino coger bajas para irse a la playa y así seguimos en la cola en cuanto a fracaso escolar.

Por último, y quizás lo más importante, quería pedirles que mi pueblo siga siendo igual de ignorante como hasta ahora, que se siga preocupando por las cosas importantes como los carnavales y la fiesta “más dance” y nos dejen la política para los que sabemos que nosotros para eso estamos. Es verdad que le damos poco pan, pero a cambio le damos mucho circo.

Atentamente:

Un político canario.